viernes, 28 de septiembre de 2012

SEGUNDA INTERVENCION FRANCESA1857-1861


La invasión francesa de México fue un intento de Napoleón III de revivir el Imperio francés, así como de prevenir el crecimiento de los Estados Unidos a través de alguna anexión de territorio mexicano. Fue devastadora para México, ya que sólo ayudó a incrementar el periodo de inestabilidad y agitación durante parte del siglo XIX. Además incrementó la deuda externa y creó una disrupción en la producción agrícola e industrial.

La caída del imperio de Fernando Maximiliano de Habsburgo es atribuida principalmente a la retirada de las tropas francesas, pero el corte liberal con el que gobernó Maximiliano fue un factor interno que también desempeñó un papel. Las medidas liberales que expidió Maximiliano, como la que instituía la educación primaria laica, gratuita e ineludible, le granjearon el rechazo de los conservadores, con los cuales compartía el gobierno, sin ganarle a cambio el favor de los liberales republicanos. Aunado a eso, la retirada de las tropas francesas en un momento crítico, cuando los republicanos seguían hostiles y sin haber llegado a un acuerdo con ellos por el cual reconocieran el Imperio, facilitó la reconquista de los territorios perdidos.

Sin embargo, la invasión francesa y la ulterior instauración de la monarquía Habsburgo fue posible más por factores externos que internos.[cita requerida] Los planes de posicionamiento francés en ultramar aprovecharon el hecho de que los Estados Unidos de América se encontraban inmersos en la Guerra de Secesión, lo que garantizaba que éstos no estarían en posición de apoyar a los federalistas mexicanos.

Sin embargo, en el mismo tiempo se sucederían dos hechos cruciales y que serían parte de la causa de la derrota de la ocupación francesa:

Los federalistas de los Estados Unidos ganaron la guerra de secesión, estando ahora sí en mejor posición para ayudar con armas y logística a Benito Juárez, quien se encontraba en ese entonces con su gobierno paralelo en Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez) y con ello, las guerrillas mexicanas comenzarían a producirle derrotas al ejército francés, como las batallas de Santa Gertrudis, La Carbonera, Miahuatlán y la batalla del 2 de abril, entre otras más.
El Imperio Austriaco había perdido la Guerra de las Siete Semanas[cita requerida] frente a Prusia en el año anterior. Con el nuevo escenario europeo, el interés por los gobiernos franceses y austriacos en sostener una guerra en América se vio reducido.
A lo anterior hay que sumar una Austria devastada por la pérdida de la guerra Austro-Prusiana, por lo que tampoco Francisco José (emperador de Austria) estuvo en posición de ayudar ni a su propio hermano, Maximiliano I de México.

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